Con respecto a que la banda traidora de Lee Myung Bak volvió a cometer tremendos crímenes nunca tolerables contra la RPDC, el portavoz de la Comandancia Suprema del Ejército Popular de Corea hizo pública el día 2 la siguiente declaración:

Ahora llegan al clímax la indignación y el revanchismo de nuestro ejército y pueblo por los ejercicios de guerra que la banda del traidor Lee Myung Bak y los bandidescos imperialistas norteamericanos libran intencionalmente en el período de gran duelo nacional.

En estos tiempos críticos, la banda de  Lee Myung Bak vuelve a cometer sin escrúpulos imperdonables y tremendos crímenes de traición.

Específicamente, en las unidades del ejército títere surcoreano están calumniando e insultando abiertamente la máxima dignidad de la RPDC como si fuera poco tal situación a punto de desatar la guerra.

A citar ejemplos, en el grupo de asuntos internos de una unidad militar títere estacionada en la ciudad de Inchon están colgados al descuido en las paredes y puertas los retratos de los Grandes Hombres del monte Paektu y escritas en sus bordes unas palabras tan malas que dan pena repetir.

Tal difamación a la máxima dignidad de la RPDC es una histeria antinacional que puede cometer sólo la banda del traidor  Lee Myung Bak y una nueva provocación sin precedente de los gángsteres brutos que llevan a la fase irremediable la situación del país.

Se torna cada día más grave la escalada de tales casos, a saber, el de “tomar como blanco la bandera nacional de la RPDC” ocurrido sucesivamente en las unidades terrestres, navales y aéreas del ejército títere, el de “consignas y pancartas” de la misma materia colocados en los cuarteles, puestos e instalaciones militares, y el de “tomar como blanco de tiro la máxima dignidad de la RPDC” reportado en los campos de tiro y entrenamiento.

Los crímenes cometidos durante gran duelo nacional constituyeron la peor maldad que insultó más gravemente nuestra máxima dignidad.

La gravedad del caso reside en que el traidor Lee es autor intelectual de tales provocaciones y el ministro títere de Defensa Nacional Km Kwan Jin y el jefe títere de la Junta de Jefes de Estado Mayor, Jong Sung Jo, y otros belicistas militares las ejecutan como una “tares de política nacional”.

Nuestro ejército y pueblo se ven obligados a considerar como una provocación extremada nunca perdonable tal locura antinacional y de enfrentamiento anti-RPDC cometida por la banda de Lee cuando se crea en la Península Coreana una situación a punto de explosión de guerra debido a los ejercicios militares conjuntos “Key Resolve” y “Foal Eagle”.

Informados de esa barbaridad, los oficiales y soldados de las fuerzas terrestres, navales y aéreas del poderoso ejército revolucionario del monte Paektu esperan con ansia la orden alzando las voces de indignación, tales como “Matemos a golpes a Myung Bak” y “Aniquilemos a los belicistas surcoreanos”.

También en la sociedad surcoreana denuncian el presente caso como “acto imprudente que horroriza a todo el mundo”, “complot de enfrentamiento fratricida de carácter primitivo” y “proceder de locos para repetir la guerra”.

En representación de la indignación vehemente y ánimo de venganza de todos nuestros militares y civiles y la opinión pública de distintos sectores  del Sur de Corea, la Comandancia Suprema del Ejército Popular de Corea vuelve a declarar con solemnidad a todo el mundo que desarrollará, como ha anunciado ya al interior y exterior del país, una sagrada e indiscriminada guerra a nuestro estilo para enterrar a la banda de traidores surcoreanos.

La banda del traidor  Lee Myung Bak es el enemigo jurado con que no podemos convivir bajo el mismo cielo y los belicistas del círculo militar surcoreano son la horda de traidores a que debemos aniquilar con las armas.

La sagrada guerra al estilo nuestro, fundamentada en los ataques físicos, no parará hasta que la banda de traidores surcoreanos elimine sin dejar rastros todas las prácticas de difamación de la máxima dignidad de la RPDC, ejecute en nombre de la nación a todos los responsables, incluyendo el traidor  Lee Myung Bak y los belicistas de la capa militar, y pida disculpas ante la nación sobre sus tremendos crímenes de traición.

Nuestro ejército y pueblo consideran la máxima dignidad como la dignidad y honor comunes de la nación apreciándola más que su vida y destruirán implacablemente a quienquiera que se atreva a insultarla o desprestigiarla aun en lo mínimo.

Si bien han sido muy complicadas las relaciones intercoreanas en el pasado, nunca se han creado como ahora el estado de extremado enfrentamiento y gran peligro de guerra, de lo cual es totalmente responsable la camarilla de Lee.

La escalada de la campaña de enfrentamiento fratricida lanzada por la banda surcoreana hace imaginar al perro rabioso que acomete más tenazmente cada vez que se le acerque la muerte.

Los fusiles de nuestro ejército y pueblo, dispuestos a tomar la venganza despiadada, exterminarán consecuentemente a los traidores surcoreanos para que éstos no vuelvan a insultar nunca más nuestra máxima dignidad ni difamar nuestro digno régimen.

El mundo verá cuán trágico será el fin de los provocadores de pésima calaña en la sagrada guerra de nuestro ejército y pueblo que se han levantado para defender a riesgo de vida a su Líder y su régimen.

Quienes se atrevan a ofender, aunque fuese a la ligera, nuestra máxima dignidad, no tendrán refugio en este mundo.