El padre Líder nos rescató la patria y nos ofreció la felicidad.
          Añoramos su radiante sonrisa echamos de menos su afecto cordial.
          Nunca olvidaremos al Líder aun después de miles de años.


Es la canción que causa profundos recuerdos sobre él con amplia sonrisa en su semblante.

Con el noble ideal de hacer de nuestro pueblo el más dichoso en el mundo, él se compenetró en toda su vida con los militares y civiles. Ora se interesó por la calidad de los calzados de los militares, ora abrió sin cumplido la tapa de la caldera de arroz al visitar un hogar, ora enseñó a los granjeros el método de cultivar la tierra sentado cara a cara con ellos.

En una aldea de carboneros del barrio Anhak del municipio Taesong de Pyongyang se encuentra la tienda de artículos industriales de Anhak visitada por el Líder paternal. Se trata de la que se llamaba tienda de Samsin inmediatamente después de la guerra.

Wi Kum Ran, dependienta de la tienda, dice:

"Cuando el padre Líder visitó por primera vez la Tienda de Samsin, ésta era defectuosa. Pero, él se alegró tanto de que se había instalado la tienda estatal para los carboneros, señaló que debían asegurarle sin interrupción distintas mercancías y compró algunas de éstas para conocer su calidad."

Kim Pong Jin, jefe de ingenieros de la Junta Administrativa de la Granja Cooperativa de Ryongrim del distrito Mundok de la provincia Pyong-an del Sur, afirma:

"En 1973, el Presidente estuvo en la comuna de Ryongrim. Contemplando largo rato las parcelas donde se esparcía el aroma de cereales, se alegró mucho de que esta granja donde en el pasado habían transplantado los retoños de arroz poniendo agujeros con palitos de madera, se convirtió en comprometedor granero. Nosotros no olvidamos todavía su imagen de aquel día en que se ponía de pie mirando con placer la llanura donde se agitaban las espigas de arroz maduras.

Ese día, el Líder propuso transformar la comuna en aldea ideal socialista envidiable por todos, y sentado cara a cara con los granjeros proyectó el cambio de la aldea hasta avanzada la noche."

Los obreros de la ciudad Sonrim de la provincia Hwanghe del Norte nos transmiten la siguiente historia.

En septiembre del 48 de la Era Juche, 1959, el Presidente Kim Il Sung, quien devanaba los sesos por la producción de hierro, visitó la entonces Fundición de Hierro de Hwanghe. Sentado cara a cara con los obreros, él dijo abriendo los brazos: Cuando fui a la zona costera del mar Este, los peces tan grandes así pedían que les pescáramos antes de morir envejecidos. Pero, no podemos satisfacer ese deseo de los peces por no fabricar los barcos por falta de hierro.

Aunque fue expresión humorística, los obreros comprendieron sus desvelos y su noble ideal en bien del pueblo y tomaron la decisión de aumentar a toda costa la producción de hierro en fiel acato a su propósito.

En el empeño por la felicidad del pueblo, el Líder estuvo siempre lleno de ánimo y optimismo. Esbozó amplia sonrisa imaginando una sociedad ideal donde pueblo pueda vivir feliz cuando con constituía la Unión para Derrotar al Imperialismo, a unos 10 años de edad, para levantar el ancla de la revolución coreana y junto con sus compañeros; se tomó una foto junto a la heroína antijaponesa Kim Jong Suk, en marzo del 30 de la Era Juche, 1941, al acoger la primavera en la tierra extraña en el período de la lucha antijaponesa, imaginando el mañana; cuando el imperialismo yanqui desató la guerra agresiva, él rió a carcajadas afirmando que los yanquis se equivocaron con los coreanos y confió en su triunfo. También en el período difícil de postguerra proporcionó la fe en la victoria y vigor al pueblo diciendo que debían demostrar de lo que eran capaces los coreanos.

Así, con la confianza en la victoria, él superó todas las dificultades tanto en el tiempo de la lucha antijaponesa como en el período de guerra.

Además, el Presidente se abnegó en toda su vida para construir la sociedad ideal de la humanidad.

En el mundo ideal que imaginaba el Líder con amplia sonrisa estaba comprometido lo todo; la máxima meta a alcanzar la revolución coreana, el atajo para alcanzarlo, el edén aspirado tanto por la humanidad...

Hoy también, con amplia sonrisa el Líder paternal bendice el mañana del pueblo que disfruta de valiosa vida independiente en el régimen socialista próspero.

De veras, gracias a su eterna sonrisa del Sol, el pasado y el presente de Corea brillan con gloria y su mañana será más halagüeño.

Para construir la sociedad ideal diseñada por el Líder, el gran Dirigente Kim Jong Il dedicó toda su vida y hoy el estimado Mariscal Kim Jong Un estampa huellas de abnegación continuando el noble propósito de los grandes Líderes.

La sonrisa del sol del Líder paternal sirve hoy también de fuerza impulsora de la victoria y prosperidad de las generaciones venideras. Por contar con otro gran hombre del monte Paektu, Corea ostentará su dignidad como Estado socialista próspero del Juche donde se hará brillante realidad el ideal del gran Líder.

Será eterna la canción de Mangyongdae

Resuena la "Canción de Mangyongdae" en este abril por el firmamento con la ilimitada veneración del pueblo coreano al gran Líder Presidente Kim Il Sung.

          A la bella falda de la colina Mangyongdae
          bañada por aguas azules del río Taedong
          a donde rinden sus cantos aves en vuelo,
          hay una casa histórica de la revolución.
          A la bella falda de la colina Mangyongdae
          hay una casa histórica de la revolución.


Desde la antigüedad, se llama Mangyongdae porque de allí se contemplan 10 mil paisajes hermosos. Se ve más pintoresco en abril.

Aquí, se sitúa precisamente una casa de profunda significación donde el gran Líder nació y pasó su niñez. Es una choza modesta en que se destacan las huellas de la pobreza de aquel entonces.

Nuestro Líder creció aquí recibiendo la educación patriótica de los abuelos y padres. Experimentando las imágenes que sufría el pueblo bajo el coloniaje del imperialismo japonés, cultivó el propósito de rescatar a la patria. El vocablo que aprendió él por primera vez, es también "La Independencia de Corea", que contenía su firme convicción de seguir la idea patriótica de la Familia de Mangyongdae.

          El Generalísimo Kim Il Sung luchó continuando
          con sangre de la revolución el propósito patriótico
          heredado generación tras generación.
          Gracias a él ha llegado la nueva primavera
          a su tierra natal Mangyongdae.
          Gracias a él ha llegado la nueva primavera
          a su tierra natal Mangyongdae.


Por amar tanto su tierra natal y la patria, él abandonó Mangyongdae y emprendió el camino de la revolución a unos diez años de edad. Nunca se olvidó de su casa natal a lo largo de 20 años cuando organizó y dirigía la lucha armada antijaponesa. Y derrotó a un millón del ejército japonés armados hasta los dientes superando vicisitudes y penalidades y logró la liberación de la patria.

          No olvidó ni un momento de esta tierra
          en los 20 años de la lucha antijaponesa.
          Sus esfuerzos por rescatar nueva primavera del país
          da frutos hoy en esta tierra.
          Sus esfuerzos por rescatar nueva primavera del país
          da frutos hoy en esta tierra.


Cuanto más se engrandece el orgullo de vivir en el paraíso del pueblo levantado por el gran Líder tanto más resuena la canción de agradecimiento del pueblo a él.

Hoy también, un mar de coreanos y los pueblos progresistas del mundo fluye hacia Mangyongdae donde asimilan la grandeza del Presidente. Ellos son unánimes en calificar este lugar donde salió el sol de la humanidad en el siglo XX y en alabar al gran Líder por sus proezas imborrables realizadas ante la época y la humanidad, y crean canciones y poesías sobre Mangyongdae.

En medio de tal alabanza, el gran Líder Presidente Kim Il Sung vive siempre en el corazón del pueblo coreano y los demás del orbe.