Ante el desastre natural que ha afectado a la República Popular Democrática de Corea, en varias de sus ciudades y distritos, producto de las lluvias torrenciales desde la liberación del país en 1945, la Asociación de Amistad con Corea en Chile (KFA, por sus siglas en inglés) urge a la comunidad internacional para ir en ayuda de la población coreana, ubicada en las zonas ribereñas del Tuman, extremo norte del país.

De acuerdo con el delegado oficial de la KFA Chile, Manuel Arismendi, lo más urgente es enviar recursos económicos, de manera que se puedan comprar techos metálicos para las viviendas dañadas, porque en octubre venidero se inician los fríos.

Arismendi ha explicado que los interesados en tender su mano solidaria y fraterna a la RPD de Corea pueden coordinar sus ayudas en los correos electrónicos: korea@korea-dpr.info (desde Europa), así como a: chile@korea-dpr.info, para coordinar las remesas en América Latina, lo que permitirá adquirir materiales de construcción y remitirlos a los sitios de las inundaciones, las que causaron el derrumbre de miles de viviendas, la destrucción o anegamiento de edificios públicos, elevación de las aguas en las vías de tránsito en ferrovías y carreteras, daños en los sistemas del suministro eléctrico, fábricas, empresas y tierras cultivables. 

Como resultado, se quedaron sin casa los moradores en la zona septentrional de la provincia de Hamgyong del Norte, quienes desarrollan durante las 24 horas intensos trabajos de reconstrucción, esfuerzos a los que se han unido cientos de voluntarios para mitigar el dolor de los familiares que sufrieron la pérdida de sus seres queridos.

Chile se caracteriza por su espíritu de cooperación, solidaridad y de ayuda a otras naciones que sufren desastres naturales, tal como lo ha padecido su propio territorio en diversas ocasiones como tsunamis, terremotos, aludes, inundaciones, erupciones volcánicas y colpaso de vías públicas, por lo que es una buena oportunidad de alejar las futuras desgracias que podrían tocar la puerta de nuestra nación, destacó el delegado oficial de la KFA en Chile, Manuel Arismendi.