El 3 de septiembre la RPDC logró el resonante éxito en la exploración de prueba de la bomba de hidrógeno para su cohete balístico intercontinental. Así posee armas termonucleares capaces de llevar a EE.UU. a la ruina total.

El territorio estadounidense corre el peligro de desaparecer de la faz de la Tierra. Es una consecuencia lógica de las palabras y acciones imprudentes de Estados Unidos.

Su presidente Donald Trump pone en práctica la política de “máxima presión y compromiso” contra el país asiático. No reconoce la existencia de la RPDC como legítimo país soberano y recurre con frenesí a la anacrónica opción de asfixiarla. La Corea socialista realizó en julio pasado el segundo lanzamiento de prueba del cohete balístico intercontinental como una medida de autodefensa. Estados Unidos lo acusó y obligó a aprobar una resolución para imponerle sanciones duras sin precedentes en la historia privándola de los derechos a la soberanía, desarrollo y existencia y realizó en alianza con países seguidores las maniobras militares conjuntas “Ulji Freedom Guardian” encaminadas a perpetrar acciones de agresión contra la misma.

Pero ésta nunca permanece con los brazos cruzados ante el lobo que se arroja para dañarla y está decidida a matarlo a palizas.

La RPDC logró poner el territorio principal estadounidense al alcance del tiro mediante dos lanzamientos de prueba del cohete balístico intercontinental y de inmediato le hizo llegar otro “regalo” grande: la exitosa explosión de prueba de la bomba de hidrógeno con que cargaría el mismo cohete.

El jefe del centro de investigación de no proliferación de armas nucleares del instituto de asuntos internacionales Middlebury de EE.UU. publicó un artículo titulado “La competencia terminó con el triunfo de Corea” en que expresa: El hecho de que la RPDC posee no solo cohetes balísticos intercontinentales capaces de atacar el territorio principal de EE.UU. sino incluso más de 60 bombas nucleares producidas con sus técnicas que permiten hacer ojivas pequeñas nos hace pensar en muchas cosas. La competencia terminó pero con la victoria coreana.”

El periódico francés La Libération precisó en un artículo que Corea salió victoriosa y Trump vencido en el enfrentamiento de fuerzas y que la comunidad internacional deberá adquirir el hábito de coexistir con Corea, país poseedor de armas nucleares.

Estados Unidos puede ser la próxima víctima de una hecatombe nuclear similar a la que causó a Hiroshima y Nagasaki matando a decenas de miles de personas hace más de 70 años.

La espantosa tragedia amenazará constantemente a Estados Unidos mientras la administración Trump, autor de desgracia para su población no abandone su política de hostilidad hacia la RPDC.