En septiembre pasado Estados Unidos, cuestionando la prueba de la bomba de hidrógeno para cohete balístico intercontinental por parte de la República Popular Democrática de Corea (RPD de Corea) y movilizando el mecanismo de votación del Consejo de Seguridad de la ONU, fabricó la otra “resolución sobre las sanciones” No.2375 contra la RPD de Corea, lo cual fue seguido por la No.2371 que inventó en agosto culpando el lanzamiento de ensayo de los cohetes balísticos intercontinentales del país asiático. Las “resoluciones sobre las sanciones” contra la RPD de Corea, desde el punto de vista del método de su aplicación y ejecución, fueron más aviesas, bárbaras, persistentes y pueriles.

Estas “sanciones” impuestas por Norteamérica y sus seguidores, desde la puesta en vigencia, fueron rechazadas y acusadas tanto en el interior del imperio como en la comunidad internacional.

Un investigador superior del instituto de investigación EE.UU.-Surcorea de la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos y especialista en el asunto coreano, en su artículo para The New York Times, escribió: “Pensar que el chantaje militar y el embargo que se extiende en forma escalonada lograría que Norcorea renunciara a las armas nucleares, sería gran error para Donald Trump. Si la administración Trump piensa que China puede ejercer influencia sobre Norcorea, esta es una grave equivocación. Si se comporta continuamente como ahora, se pondrá en un aprieto. El tiempo no está de lado de Trump.”

A Norcorea debemos verla no como queremos sino tal como es. Durante varios decenios pasados suponiendo el derrumbe de Norcorea elaboramos la política, pero se comprobó que esto fue fracasado, dijo Perry, ex secretario de Defensa estadounidense.

En Surcorea, activo partidaria de la “resolución sobre las sanciones” contra Norcorea, calificando las sucesivas ofensivas de superdureza de Norcorea contra los Estados Unidos como las más poderosas en la historia, dicen continuamente que con ningún embargo y presión es posible doblegar la voluntad del Norte de poseer las armas nucleares. Particularmente, incluso las fuerzas conservadoras afirman que pese a las restricciones inéditas la economía del Norte se mantiene estable y hablan de la inutilidad de las sanciones.

Los europeos que últimamente estuvieron de visita en la RPD de Corea presenciaron el hecho demasiado diferente de lo que oían y se admiraron de que a pesar de las crueles restricciones y opresión no había desempleado, cualquiera estudiaba a sus anchas y también los niños huérfanos disfrutaban de felicidad. Incluso los estadounidenses, después de visitarla, afirmaron que era edén de la humanidad, paraíso terrestre, no existente en otro lugar del planeta.

Ahora el pueblo coreano, indignado a más no poder de las restricciones inhumanas de Estados Unidos y sus acólitos, con el poderío de la unidad monolítica, las ciencias y la tecnología y el espíritu de fortalecerse a sí mismo supera todas las dificultades inauditas.

Todo el pueblo tiene una sola idea de construir a todo trance un poderoso Estado socialista, con la unidad más estrecha en torno al Partido del Trabajo de Corea y el Máximo Dirigente Kim Jong Un y con el ímpetu de velocidad de Mallima (caballo legendario que corre 4 000 kilómetros al día).

A pesar de las continuas restricciones de superdureza arriba mencionadas, en octubre pasado más de 1100 unidades cumplieron el plan anual de la economía nacional y aparecen sucesivamente también las que cumplieron el plan de la economía nacional por 2 y 3 años. Se desarrollan vertiginosamente las ciencias y la tecnología y se establecen modernos procesos de producción sustentados en los recursos y técnicas autóctonos, cuya prueba representativa es la recién remozada Fábrica de Calzados de Ryuwon provista de mil y varios cientos de equipos nuevos y modernos. En varios lugares se construyen centrales y fábricas y empresas de suma importancia para el desarrollo de la economía.

El rápido desarrollo de las ciencias y técnicas de defensa nacional facilita explotar armas de última palabra con las que se puede desbaratar categóricamente cualquier agresión del imperio y sus cómplices.

El pueblo coreano está convencido de que, si se aglutina compactamente en torno al Partido y el Líder y confía en su propia fuerza, no es nada irrealizable en este mundo. ¡Qué absurdo es pretender impedir con la “resolución sobre las sanciones” y otras cosas por el estilo el avance de este pueblo que confía firmemente en la justeza de su causa!