El Máximo Dirigente Kim Jong Un de la República Popular Democrática de Corea (RPDC) es objeto de elogios y veneraciones singulares de la sociedad internacional.

Su principal factor reside en que él ama al pueblo más fervorosamente que nadie.

El amor al pueblo constituye una de las cualidades que destacan su personalidad. 

Dicha cualidad se mostró patentemente en su  discurso pronunciado en la parada militar y el desfile de masas de la ciudad Pyongyang por el 70 aniversario de la fundación del Partido del Trabajo de Corea (PTC) en octubre de 2015.

Entonces los medios informativos del Occidente estaban llenos de inquietud y zozobra sin precedentes diciendo que la RPDC podía exhibir nuevas armas estratégicas en la parada militar conmemorativa por la fundación del PTC. Incluso auguraron que el mandatario coreano, en el caso de pronunciar un discurso, mencionaría sin falta sobre las armas nucleares y los misiles.

Pero su discurso volcó tales suposiciones, pues estaba siempre inspirado en la palabra “pueblo” en vez de cualquier arma de punta.

El, diciendo que la historia de nuestro Partido (PTC) es precisamente el trayecto recorrido por el pueblo, la fuerza del Partido es la del pueblo, la grandeza del Partido es la del pueblo, y las victorias obtenidas por el Partido son las de nuestro gran pueblo, hizo balance de la historia de 70 años del PTC con la palabra “pueblo”.

Sería un discurso de amor al pueblo que escuchó por primera vez el mundo.

El Máximo Dirigente Kim Jong Un suele decir así: Por esta razón hacemos la revolución.

Hace unos años él, recorriendo el Reparto de Científicos Unha recién construido, dijo que cuánto se habrían alegrado los grandes Líderes si hubieran visto la zona residencial para científicos magníficamente acondicionada, que hacía la revolución por  razón de proporcionar alegría a Líderes antecedentes y ver al pueblo alegrarse.

Cuando su visita al Campamento Internacional de Niños de Songdowon de la RPDC ampliamente conocido en el mundo dijo: Pese a que hubo obstáculos y dificultades durante la reconstrucción de este campamento, al imaginar el día en que los niños rían a sus anchas llenos de felicidad en el campamento modernamente acondicionado como el actual siento hasta el máximo la razón de haber trabajado duro y parece que hacemos la revolución por esta razón.

En una empresa pesquera visitada, mirando un mar de pescados extendido allí, dijo: Dicen que los soldados de la unidad militar se alegran pues comen diariamente más cantidad de pescado que cuando estaban en sus casas. ¡Cuánto se alegrarán sus padres en la tierra natal! Es por esta razón que hacemos la revolución.

La razón más apreciada por el Máximo Dirigente es la de abnegación y el esfuerzo dedicados al pueblo.

El siempre encuentra su alegría en el camino de  abnegación para el pueblo.

En septiembre de 2015 el Máximo Dirigente Kim Jong Un, contemplando en el paseo del río Taedong el barco de servicios universales “Mujigae” que acentuaba el paisaje nocturno, se quedó muy contento diciendo que parecía ser un excelente arco iris, que el río Taedong se ha clareado aún más y que el panorama de Pyongyang, capital de la Corea socialista, es divino tanto de día como de noche. Este barco, continuó, será una base de servicio muy concurrida. Al pensar en las personas que se alegrarán navegando el río Taedong  se me desaparece toda la fatiga acumulada. Encuentro mayor alegría cuando logro preparar los bienes, uno por uno, para el pueblo. Luego esbozó una amplia sonrisa.

En agosto de este año, mirando el trolebús y la tranvía de nuevo tipo, elogió altamente a los productores diciendo que habían hecho un gran trabajo, digno de mención, para el pueblo y, no pudiendo reprimir la inmensa emoción que le embargaba, dijo que ese día él se desasosegaba como si hubiera sacado una estrella del cielo y el día tan alegre  como ese no habría mucho en un año.
Por amar fervoroso al pueblo él disfruta de confianza y  apoyo absolutos por parte de este.