Kim Il Sung (1912-1994), eterno Presidente de la República Popular Democrática de Corea, con constante meditación y búsqueda y apasionadas actividades ideológicas y teóricas, publicó en su existencia más de 10 000 obras de trascendencia clásica, e hizo gran contribución a la revolución coreana y la causa de la verificación de la independencia del mundo.

Sus obras están impregnadas de la imperecedera idea Juche.

Kim Il Sung que, a mediados de la década de 1920, con el propósito de rescatar al país arrebatado por el imperialismo japonés, había tomado el camino de la revolución, vio en la lucha de los pueblos por la soberanía, la independencia y el socialismo que se desarrollaba con ímpetu a escala mundial su vehemente aspiración a vivir como dueño de su destino e inagotable fuerza. A partir de esto, concibió la idea Juche, la de que el dueño de la revolución y su construcción son las masas populares y también la fuerza que las impulsa la tienen ellas mismas, es decir, la de que el dueño del destino de uno es uno mismo y también la fuerza que lo forja la tiene uno mismo.

En sus obras Kim Il Sung puso en claro globalmente el curso de la creación de la mencionada idea, contenido esencial y veracidad universal, el principio de dirección de la revolución y su construcción que es la encarnación de la misma y otros principios y vías para verificar la independencia de las masas populares. Todos los problemas teóricos y prácticos de la revolución y su construcción los trató plenamente a partir de la exigencia por la independencia y el interés de las masas populares y la exigencia de la revolución coreana y también la vía fundamental para su solución la vio en la realidad concreta de Corea y la fuerza creadora del pueblo.

Las obras de Kim Il Sung dan aclaraciones enciclopédicas a todos los problemas de la revolución y su construcción.

Presentan teorías de las revoluciones de todas las etapas desde la liberación nacional, la clasista y la del ser humano hasta la construcción socialista y la realización de la causa de la independización del mundo. Además, aclaran teorías de las transformaciones de la sociedad, la naturaleza y el hombre, las tareas presentadas en todas las esferas de la vida social como la política, la economía, la milicia y la cultura y en todos los sectores como la construcción del partido, el Estado y las fuerzas armadas y las vías para su realización. Asimismo, sistematizan integralmente las ricas experiencias de la dirección sobre las masas de Kim Il Sung acumuladas en la dirección de la revolución coreana y las teorías del método y estilo de trabajo que son la generalización de aquellas.

Las obras no solo abarcan amplias esferas sino que aun en lo referente a un problema, lo aclaran en concreto y con profundidad. Kim Il Sung, aun cuando desarrollaba la idea y teoría de una esfera, analizó toda la cosa desde varios ángulos y globalmente y no solamente en lo referente a la teoría de la revolución coreana sino también a la de la realización de la causa de la verificación de la independencia del mundo, aclarando todas sus facetas: la esencia de las mismas, la ley de su desarrollo, el principio de la formación de las fuerzas, la estrategia fundamental y las vías para la exitosa realización de ellas.

Las obras de Kim Il Sung sintetizan el noble concepto del pueblo.

Considerar al pueblo como el cielo fue la divisa del Presidente Kim Il Sung y a la vez el punto de partida de sus actividades ideológicas y teóricas. Todo el curso de estas actividades fue la sucesión de la meditación y búsqueda para realizar el interés de las masas populares puesto en primer orden.

Kim Il Sung siempre estando entre las gentes escuchó sus opiniones y experiencias, encontró lo acucioso que exigían la época y la revolución y lo generalizó y estableció como una idea y teoría. Todas las ideas, teorías, principios y proposiciones implicados en las obras están impregnados del noble concepto del pueblo de     Kim Il Sung que desplegó las actividades ideológicas y teóricas tomando como norma la exigencia y el interés del pueblo y reflejan su firme credo de que la voluntad y la exigencia del pueblo, una vez sintetizadas y sistematizadas, redundan ellas mismas en las ideas y políticas.

Las palabras usadas en las obras son las populares que cualquiera puede comprender y aceptar con facilidad y están escritas en forma diversificada y rica, no solo lógicamente sino también vitalmente, de manera que sea posible comprender en el acto la esencia de cualquier difícil problema.

La veracidad y la vitalidad de las obras de Kim Il Sung han sido comprobadas en la práctica revolucionaria.

Las referidas obras, sea cuál sea, no son las redactadas en el gabinete. En el período de la guerra revolucionaria antijaponesa para derrotar a los invasores imperialistas japoneses y liberar el país  Kim Il Sung las escribió al lado de la fogata en el campamento secreto y en el de la construcción socialista cuando se registraban creaciones e invenciones. Y estando entre los obreros, campesinos y otros sectores trabajadores concibió algo nuevo, lo completó como línea y política y lo puso en presentación.

En efecto, las obras de Kim Il Sung es la síntesis de su ideología, sus gestas y su vida, es la gran enciclopedia de la revolución y su construcción y el tesoro ideológico y espiritual de la humanidad.