Tres artículos sobre la vida y obra del querido dirigente, camarada Kim Jong Il



Levantando en alto la bandera de la autosuficiencia


La autosuficiencia es la manera de creación que el Dirigente Kim Jong Il mantuvo invariablemente en toda su vida.


El espíritu de apoyo en las propias fuerzas y el hábito creador son una inapreciable tradición de la revolución coreana preparada en el período de la Lucha Revolucionaria Antijaponesa (1925-1945). Dicho espíritu se basa en la idea Juche de que cada cual es dueño de su destino y posee la fuerza para la forja de su destino y sirvió siempre de la bandera de lucha y fuerza motriz en toda la trayectoria de la complicada y dificultosa revolución coreana.


A lo largo de su dirección de la revolución, el Dirigente mantuvo invariablemente el principio de solucionar todos los problemas que enfrentaba en el proceso revolucionario y constructivo, con las propias fuerzas, tecnologías y recursos y conforme a las concretas situaciones del país.


Era en el comienzo de este siglo cuando el pueblo coreano impulsaba enérgicamente la gran marcha para construir una potencia socialista tras vencer las severas pruebas. Un día, el Dirigente afirmó a los funcionarios que la construcción de una potencia es una obra para levantar una patria rica y poderosa con nuestras fuerzas, técnicas y recursos, que aunque tuvieran muchas dificultades y escasez en este proceso, no deben resolverlas dependiendo de otros, y que construirán la potencia socialista a nuestro estilo apoyándose en la firme base de la economía independiente nacional que el Presidente Kim Il Sung fundó a lo largo de su vida.


En su visita al Complejo de Acero Chollima en diciembre de 97 de la era Juche (2008), el Dirigente encendió la nueva antorcha del gran auge revolucionario, cuando recalcó: Aunque pase el tiempo y ocurran cambios de generaciones, debemos heredar invariablemente el espíritu revolucionario de apoyarnos en nuestras fuerzas. Todos los sectores y las unidades de la economía nacional han de alzar en alto la consigna de “¡El apoyo en la propia fuerza es la única vía para vivir!”, y manifestar plenamente el poderío de la autosuficiencia fortalecido más en los días de la Marcha Penosa, la forzada, con el fin de concluir cuanto antes la construcción de un Estado poderoso y próspero.


El Dirigente tenía la plena confianza en el pueblo.


Consideraba como su filosofía política la veracidad de que nuestro pueblo es el más inteligente y potente en el mundo y no hay cosa irrealizable si se apoya en su fuerza, y orientó el proceso revolucionario y constructivo apoyándose en él. Con la firme convicción de que podemos levantar sin falta un paraíso con nuestras manos pues contamos con el pueblo formado por el Presidente Kim Il Sung y la sólida base independiente preparada por éste, tomó la autosuficiencia como un medio omnipotente de la creación.


Kim Jong Il, muy convencido de que solo la autosuficiencia constituye el sendero para la construcción de una potencia y garantiza la prosperidad del país, infundió la confianza en la propia fuerza y el espíritu de apoyo en los recursos nacionales a los trabajadores de las unidades que visitaba. Se mostró tan alegre al ver las creaciones hechas por propia cuenta y apreció y fomentó todos los bienes creados por los esfuerzos de los trabajadores, aunque fueran pequeños.


En sus visitas a la Central Hidroeléctrica Juventud de Wonsan en enero de 2009 y el puerto Tanchon en fase de construcción en 2011, elogió el espíritu de apoyarse en la propia fuerza que demostraron los constructores.


Manifestando a plenitud este espíritu, el pueblo coreano logró éxitos admirables en la construcción socialista bajo la sabia dirección del Dirigente.


Abnegación por el pueblo


Durante larga trayectoria de dirección revolucionaria, el Dirigente Kim Jong Il dedicó todo su esfuerzo por la patria y el pueblo.


En todos los lugares del país están marcadas sus huellas y en las creaciones monumentales de esta tierra se palpitan su espíritu y temperamento.


En los últimos años de su vida, o sea, 2010 y 2011, visitó innumerables fábricas, granjas cooperativas, bases ganaderas y piscifactorías, centros de servicio comercial y otras unidades del país para mejorar la vida poblacional.


En enero de 2010, sin hacer caso del frío cortante, recorrió la Fábrica de Pastas de Pyongyang y la de Alimentos de Ryongsong donde sugirió ofrecer alimentos deliciosos y nutritivos a los ciudadanos. Y en agosto y diciembre del mismo año estuvo en la Fábrica de Procesamiento de Maíz de Pyongyang y la de Alimentos Sonhung, ocasiones en que presentó la alta meta de modernización y dio valiosas instrucciones para elevar sin cesar la calidad de los productos.


En su recorrido por las fábricas de alimentos y de condimentos de Changsong, Kanggye y otras localidades instruyó detalladamente para que normalizaran en alto nivel la producción y elaborar mucho más alimentos, así contribuir la vida culinaria de los pobladores.


Hasta hoy los trabajadores de la Fábrica de Procesamiento de Stevia Rebaudiana y el taller de arepa de harina de trigo rellena de la Fábrica de Alimentos Kumsong no se olvidan de aquel día de septiembre de 2011 cuando el Dirigente, recorriendo sus centros de trabajos reconstruido y recién inaugurado, respectivamente, se alegró tanto por la creación de una riqueza más para el pueblo.


En la granja de Migok de la ciudad de Sariwon y la de Sinam del distrito Ryongchon, el Dirigente orientó lograr éxitos en la producción de cereales impulsando la revolución de la semilla y en la Planta Porcina Paeksan del distrito Taehongdan, la Planta Avícola 927, la Planta de Patos de Tudan, la Planta Porcina Taedonggang y otras bases ganaderas enseñó el método excelente para el desarrollo de la ganadería.


En el Combinado Frutícola Taedonggang visitado por Dirigente en 2010 y 2011, la granja frutícola de Ryongjon donde estuvo él tanto en primavera como en otoño y otras bases de producción de frutas en distintas localidades del país están marcados su abnegación y esfuerzo dedicados para suministrar las frutas frescas al pueblo en todas las estaciones.


Al visitar en invierno la Empresa Pesquera Taehung de Hungnam localizada a la orilla del Mar Este de Corea, el Dirigente expresó que no debe escatimar nada por el mejoramiento de vida culinaria de los pobladores y resolvió en el terreno los problemas que se enfrentan en la obra de amplificación de la capacidad productiva. Y en la Empresa Pesquera Taehung de Wonphyong del distrito Kumya esclareció las vías concretas para impulsar al mismo tiempo la pesca de gran dimensión y la de mediana y pequeña dimensiones y suministrar pescados frescos a los habitantes.


Gracias a su esfuerzo y abnegación se levantaron las bases de cría de peces como las piscifactorías de Ryongjong y Kujang.


Las huellas de su dirección por mejorar la cultura culinaria y el servicio comercial están impresas en el restaurante especializado en platos del Restaurante Okryu, el Restaurante Hyangmanru, la Tienda de Carnes y Pescados de la avenida Pothongmun, el Almacén Universal Pothonggang y el Centro de Comercio de la zona Kwangbok.


La firma de su puño y letra dejada el 16 de diciembre de 100 de la era Juche (2011) en un documento relacionado con el suministro de pescados a los capitalinos conmueve el corazón de todo el mundo.


En realidad, el Dirigente fue un generoso padre que adornó toda la trayectoria de su dirección revolucionaria con fervoroso amor y abnegación a la patria y el pueblo.


Mundo de la clase obrera


Uno de los últimos días de junio de 70 de la era Juche (1981) en ocasión de un recorrido de trabajo por la ciudad de Hamhung, el Dirigente Kim Jong Il visitó el hospital de estomatología provincial de Hamgyong del Sur, recién construido.


Entró en una sala donde había un complejo terapéutico de última generación poco común.


Un centro estomatológico tan grande y portentoso como este no existe todavía ni en la capital, afirmó. Verdaderamente, hicieron muy bien en construirlo en Hamhung, donde hay numerosos obreros, comentó muy alegre.


Un cuadro de la provincia que lo acompañaba, explicó que en otros países ese equipo se usa exclusivamente para presidentes, reyes o jefes de Estado. Por eso, cuando lo adquirieron, los expertos extranjeros preguntaron por qué iban a destinarlo a un hospital local. Para ellos era una incógnita irresoluble.


“¿Dice que lo usan exclusivamente los reyes? ¡En qué lío estamos metidos! En nuestro país no hay rey…”, bromeó y rió a carcajadas.


También otros prorrumpieron en risas.


“Pero no se preocupen. En nuestro país el pueblo es su dueño. Por eso, es este quien debe usarlo y no otros. Precisamente los obreros deben beneficiarse de este equipo”, añadió sonriendo.


Pero los presentes dejaron de reír. Sus palabras contenían un significado profundo y grandioso.


Con posterioridad, ese aparato se puso a disposición de los obreros y demás personas comunes.