El Presidente Kim Il Sung era el Líder paternal del pueblo quien dotaba de un ardiente amor al ser humano.

Aquí se narra una anécdota sobre ello.

En verano de 83 de la era Juche (1994) sucedió un hecho cuando James Carter, ex presidente norteamericano visitaba a nuestro país.
 
El Presidente Kim Il Sung estaba conversando con su homólogo en un barco de recreo que corría velozmente surcando el agua rumbo a la desembocadura del río Taedong.
 
El barco ya se liberó de la ciudad y estaba pasando un lugar.
 
El Presidente llamó de improviso a un acompañante y dijo que debilitara la velocidad del barco.
 
Carter quien ignoraba coreano sintió algo extraño sobre la repentina bajada de velocidad del barco y le preguntó al anfitrión el motivo.
 
El Presidente indicó a un lugar con una mano levantada y dijo “Mire allí, ahora trabajadores están pescando con cañas sentados a orillas del río. Si nuestro barco produce grandes oleajes ellos se obstaculizarán en su obra. Por eso aunque avancemos un poco lento no les daremos estorbos”.
 
Carter se admiró mucho.
 
Experimentó con su propio ojo una realidad que nunca había pensando, cosa inimaginable con toda su mentalidad.