Pyongyang, 21 de agosto (ACNC) -- El portavoz del Instituto de Asuntos de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular Democrática de Corea hizo pública el día 21 una declaración que revela la agresividad y la peligrosidad de los ejercicios militares conjuntos de gran envergadura que EE.UU. y los títeres surcoreanos desarrollan cada año varias ocasiones.

    Los ejércitos de todos los países realizan ejercicios. Pero, éstos tienen diferentes caracteres según el objeto y el plan, el lugar y el tamaño, el método operacional y la dotación, señala el documento y continúa:

    No cuestionamos tanto los ejercicios militares de EE.UU. que se realizan en otros lugares que no nos sirven de amenaza como el territorio norteamericano o el centro del Océano Pacífico.

    Pero, el entrenamiento militar conjunto, que EE.UU. efectúa con el Sur de Corea, contiene diferencia.

    EE.UU., máxima potencia nuclear del mundo, desarrolla los ejercicios militares de agresión de gran tamaño en el lugar muy cercano de nuestro territorio, he aquí la peligrosidad singlar del entrenamiento militar conjunto EE.UU.-el Sur de Corea en comparación con otros ejercicios militares.

    Al tomar en consideración el hecho de que no pasan 5 mil los efectivos de 11 países participantes en el simulacro "Reacción Rápida 15" de la OTAN que se efectúa ahora en Europa con máximo tamaño después del fin de la guerra fría, pueden saber la peligrosidad del "Ulji Freedom Guardian" en que participan más de 30 mil efectivos norteamericanos y más de 50 mil efectivos títeres del Sur de Corea.

    Tanto a la luz del hecho de que Ulji Freedom Guardian toma por objetivo del entrenamiento las operaciones de desembarco y comando destinadas al asalto a la parte Norte y la "ocupación a Pyongyang", como en vista a la distancia desde la escena del simulacro hasta el objeto al que EE.UU. toma como blanco de golpe es muy obvio que este simulacro es para abalanzarse sobre la RPDC quitando en un instante la mascara del "entrenamiento defensivo" si se crea una oportunidad.

    No puede bajarse su grado del peligro aunque trajeran un "grupo de visita" a esa escena horrorosa.

    Deviene una absurdidad el que EE.UU. trata de comparar sus agresivos y provocativos ejercicios bélicos conjuntos que desarrolla junto con los títeres surcoreanos incorporando enormes efectivos y los medios de ataque preventivo nuclear frente a la RPDC, contraparte beligerante, con el entrenamiento militar que ésta realiza a solas en su territorio.

    Nadie puede aceptar también la teoría de que no pueden cesar los ejercicios militares conjuntos por la razón de que ha venido efectuando más de 40 años.

    Según el Acuerdo RPDC-EE.UU., el país norteamericano había suspendido en 1992 los ejercicios militares "Team Spirit" y, el mismo año, en la Península Coreana habían logrado un progreso apreciables en el aseguramiento de la paz incluyendo los hechos de que se quedaron aprobados y se pusieron en vigencia el Acuerdo de No Agresión Norte-Sur y la Declaración Conjunta sobre la Desnuclearización y fue firmado el Convenio de Garantía entre la RPDC y la Agencia Internacional de Energía Atómica.

    Por tanto, es contradictorio el acto de EE.UU. que se aferra a tal insistencia esforzando por dar espalda a tales hechos históricos.

    Con el paso de los días se torna más tenso el carácter agresivo de esos simulacros pasando su límite, razón por la cual hoy en día el gobierno de la RPDC los rechaza más fuertemente.

    A finales de la década de 1960 cuando se empezaron los ejercicios militares conjuntos, el país norteamericano los abogó diciendo que su objetivo es para meter sus tropas en tiempo emergente de la Península Coreana.

    Hoy, 40 años después, ellos los convirtieron en los agresivos y provocativos ejercicios de guerra que tienen como objeto la "eliminación de la dirección" de la RPDC y la "ocupación a Pyongyang".

    En estos días, se pone más abierta la intención malsana de EE.UU. de derrumbar el régimen coreano cuestionando hasta el problema de "DDHH" y hasta el presidente estadounidense habla sin vacilación alguna del "derrumbe del régimen". Esta realidad nos exige observar con alta vigilancia la agresividad y la peligrosidad de los ejercicios militares y no nos permite más dejar intacto a esos entrenamientos.

    Ahora, en el alrededor de la Línea de Demarcación Militar la situación corre hacia el borde de la guerra debido a las provocaciones militares de los títeres surcoreanos, lo que es el producto inevitable de la política de hostilidad a la RPDC de EE.UU., que con los peligrosísimos ejercicios militares fomentan la locura conflictiva de los títeres surcoreanos.

    El problema de suspender o no los ejercicios militares conjuntos, expresión máxima de la política de hostilidad a la RPDC, sirve de una piedra de toque para distinguir la voluntad de EE.UU. de que éste quiere solucionar o no el problema de la Península Coreana por vía pacífica.